Por: Alexander Luciano.
18 de julio 2022
Las cooperativas son el motor de la economía social procurando el bienestar general de sus asociados. Según la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), una cooperativa es una asociación autónoma de personas que se han unido voluntariamente para hacer frente a sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales comunes, por medio de una empresa de propiedad conjunta y democráticamente controlada.
Las cooperativas son organizaciones que comprenden dos aspectos básicos: 1) Aspecto Social y 2) Aspecto Económico. Por tanto, que la naturaleza del cooperativismo queda evidenciada a través del accionar socio económico basado en valores y principios universales, combinando lo económico, lo empresarial y lo social; también predomina la democracia y la participación entre sus asociados. Además, tiene una visión política pero apartidista.
La ACI narra la historia de que los primeros registros existentes de una cooperativa provienen de Fenwick (Escocia). El 14 de marzo de 1761, en una casa de campo apenas amueblada, varios tejedores de la zona ocultaron un saco de avena que trasladaron a una habitación delantera recién encalada de la casa de John Walker y empezaron a vender su contenido a un precio reducido. Este fue el inicio de la Fenwick Weavers’ Society (Sociedad de Tejedores de Fenwick). En 1844, un grupo de 28 artesanos que trabajaban en las fábricas de algodón de la localidad de Rochdale, en el norte de Inglaterra, establecieron la primera empresa cooperativa moderna, la Sociedad Equitativa de los Pioneros de Rochdale, también conocida como los Pioneros de Rochdale. Se considera que los Pioneros de Rochdale fueron los precursores de las sociedades cooperativas modernas y los fundadores del movimiento cooperativo. Gracias a ellos podemos exhibir a nivel mundial el gran crecimiento de estas empresas de la economía solidaria, beneficiando a miles y miles de personas y a sus familiares.
En República Dominicana el cooperativismo nació un año antes que el sistema financiero tradicional, oficialmente fue creado en el año 1946 con la fundación de la primera cooperativa llamada Cooperativa de Manoguayabo por el padre Alfonso Chafe, luego el también padre Santiago Walsh, párroco de Bayaguana, organizó otra cooperativa. Luego la orden religiosa de los padres Scarboros observó la necesidad de solicitar a sus superiores en Canadá la formación en asuntos cooperativos, lo cual fue concedido y enviaron al Reverendo Pablo Steele a San Francisco de Macorís, quien desde su llegada fue encargado de la parroquia de la Villa de Boyá y a la vez se encargaba de elaborar los planes para la promoción de cooperativas, a nivel de todo el país. Desde entonces el cooperativismo dominicano ha crecido sosteniblemente impactando positivamente a la sociedad y a la economía del país al desarrollar a sus asociados.
Para finalizar, somos llamados como cooperativistas a tener esa mano solidaria con cada uno de nuestros asociados, familiares y con la comunidad donde servimos, por lo cual la cooperativa tiene que tener la capacidad empresarial para competir con eficiencia, eficacia y pertinencia, logrando así ser una empresa rentable para el beneficio de todos sus asociados.